“Alexander McQueen y el regreso de la leyenda Banshee: la colección que marcó la Semana de la Moda de París”
La Semana de la Moda de París se encendió con un destello de genialidad que solo un nombre como Alexander McQueen podía traer a la pasarela. El 28 de septiembre de 2024, el público se quedó sin aliento al presenciar la presentación de su colección Primavera/Verano 2025, que no solo demostró el inconfundible sello de la marca, sino que también logró plasmar una narrativa profunda, conectada con el folclore irlandés y envuelta en una atmósfera casi mística. Una propuesta que no fue solo moda, sino un manifiesto.
El desfile más esperado: innovación y legado unidos
El evento se llevó a cabo en el corazón de la Semana de la Moda de París, un escenario reservado para las más altas esferas de la moda. Alexander McQueen, una marca conocida por su espíritu irreverente y su capacidad para fusionar lo tradicional con lo futurista, hizo vibrar la ciudad con una colección que combinó elementos de sastrería impecable, bordados intrincados y una puesta en escena casi teatral.
Sin embargo, no fue solo la técnica lo que atrapó la atención del público. El director creativo, Seán McGirr, tomó como inspiración las leyendas del folclore irlandés, particularmente la mitología de la Banshee —esa figura espectral cuyas apariciones presagian infortunios—, creando un hilo conductor que atravesó cada prenda, cada música y cada elemento escenográfico. Es una colección que habla de la vida, la muerte y, sobre todo, de la transformación. Un espectáculo tan inquietante como hermoso.
“PRÓXIMAMENTE”: La colección Primavera/Verano 2025 a un paso de ser tuya
Aunque la colección todavía no está disponible para el público general, los fanáticos y seguidores de la marca ya pueden deleitarse con las imágenes y detalles a través de galerías online y el sitio oficial de Alexander McQueen. Se espera que esté a la venta en cuestión de semanas, con un aviso en el sitio que resuena con una sola palabra: “PRÓXIMAMENTE”. Este anticipo promete que la espera valdrá cada minuto.
McQueen, como siempre, no se conforma con crear piezas que simplemente se puedan usar. Sus diseños son, en sí mismos, obras de arte que cuentan historias. Y esa es la clave que separa su trabajo de otros nombres en la industria: su moda no es efímera; es eterna.
El poder de la escenografía: teatro y moda en perfecta sinfonía
El espectáculo comenzó con una explosión de misterio: una pasarela metálica emergía de un suelo cubierto de baldosas rotas, rodeada de un aura de neblina espesa. Esta escenografía, creada en colaboración con el diseñador de teatro Tom Scutt, no era solo un telón de fondo. Era un personaje más en la narrativa de McGirr, una representación física de la dualidad entre lo destructivo y lo sublime. “Una niebla que difumina los límites entre el pasado y el futuro, lo tangible y lo etéreo”, describió un crítico tras el evento.
Cada look parecía salir de esa niebla como una aparición, como si los propios tejidos estuvieran vivos y sus siluetas reflejaran la presencia fantasmal de la Banshee. Detalles bordados, pliegues dramáticos y formas arquitectónicas recordaban al estilo característico de McQueen, pero con un toque que parecía hablar de algo más allá de la moda.
¿Bordados o piezas de museo? El arte como protagonista
Una de las grandes sorpresas de la noche fue la incorporación de obras de arte originales en la propia tela. Se mencionó el nombre de Banshee, no solo como figura inspiracional, sino como un símbolo bordado en las prendas. Esta integración, aunque no se definió como una colaboración oficial, sugiere que el equipo creativo de McQueen trabajó de cerca con artistas visuales para dotar a cada pieza de un carácter único. Es este enfoque el que convierte cada prenda en un “lienzo que se mueve”, en palabras de Seán McGirr.
La música: ecos británicos y visiones futuristas
Pero el espectáculo no se limitó a lo visual. La selección musical fue un viaje a través del tiempo, con melodías de artistas británicos que van desde la melancolía nostálgica de Florence Sinclair hasta la electrizante experimentación de Andy Stott. No es casualidad que McGirr haya optado por esta mezcla de géneros: la colección Primavera/Verano 2025 trata de contrastes, de lo antiguo y lo nuevo, de lo visible y lo oculto.
“Cada canción resonaba como un susurro de la Banshee”, comentó un asistente. Y no se equivocaba. Porque este desfile no fue solo moda, sino una obra sinfónica de diseño, arte y sonido.
¿Qué le depara el futuro a McQueen? El legado de Seán McGirr en construcción
El tema de la Banshee no fue elegido al azar. Es un símbolo poderoso de transformación, y eso es precisamente lo que está sucediendo con la casa McQueen bajo la dirección de Seán McGirr. Su herencia irlandesa se entrelaza con el legado de la marca, que siempre ha tenido un matiz oscuro y teatral. Pero McGirr no intenta repetir fórmulas. En lugar de eso, está trazando un camino propio, tomando los elementos más impactantes del pasado y llevándolos hacia una futuro que respira misticismo y modernidad.
¿Será este el renacimiento de Alexander McQueen? La respuesta parece evidente para quienes presenciaron el espectáculo. Sin embargo, cada temporada trae consigo nuevos desafíos y oportunidades. Lo que está claro es que Seán McGirr no tiene miedo de arriesgarse y explorar los límites de la creatividad.
Cuando la pasarela se vació y el humo se disipó, quedó una pregunta en el aire: ¿Dónde termina la moda y comienza el arte? McQueen siempre ha difuminado esa línea, y la colección Primavera/Verano 2025 no fue la excepción. ¿Qué significa realmente llevar puesta una prenda de McQueen? ¿Es un acto de moda o un rito? Esa es la magia de una marca que, pase lo que pase, siempre logrará que la gente se detenga y se pregunte.
Al final, la verdadera fuerza de Alexander McQueen radica en su capacidad de hacer sentir. Y eso, en el mundo de la moda, es lo más cercano a la inmortalidad.
