¿Puede el lujo artesanal salvar el futuro de la moda? DIOR PRE-FALL 2025 es el kimono que soñó Christian Dior Dior Pre-Fall 2025 no es solo una colección, es un susurro tejido en seda bajo los cerezos en flor 🌸. Una postal viviente entre…
More¿Puede el lujo artesanal salvar el futuro de la moda? DIOR PRE-FALL 2025 es el kimono que soñó Christian Dior
Dior Pre-Fall 2025 no es solo una colección, es un susurro tejido en seda bajo los cerezos en flor 🌸. Una postal viviente entre estanques de carpas koi, templos centenarios y la serena cadencia de Kioto, donde cada puntada cuenta una historia de amor entre dos mundos que llevan décadas mirándose con curiosidad. Dior, esa maison nacida de los trazos barrocos de la elegancia francesa, decidió volver al principio para construir el futuro. Y el principio, en este caso, tenía nombre propio: Japón.
La elección de Kioto no fue un simple capricho visual. Tampoco una táctica turística disfrazada de pasarela. Fue un gesto. Un acto poético. Una declaración de respeto por la tradición como motor de modernidad. Porque si hay algo que Maria Grazia Chiuri entendió con claridad es que los verdaderos saltos hacia adelante empiezan con un vistazo hacia atrás. Lo supo Christian Dior en los años 50, cuando se dejó seducir por la seda de los telares japoneses y los misterios del kimono, y lo sabe ahora Chiuri, que no rehúye el pasado, sino que lo borda de nuevo con hilo contemporáneo.
“El lujo del futuro será heredado, no inventado”. Esa frase se me vino a la cabeza mientras veía a las modelos deslizarse entre la madera milenaria del Tō-ji Temple. No caminaban, flotaban. Como si los boleros de piel y las bombers negras que llevaban sobre el hombro fueran más livianas que el aire de abril. Como si el denim oversize y las camisas de puños extendidos respiraran el mismo tiempo lento que las linternas encendidas al borde del estanque.
Pero también había algo disruptivo en ese desfile aparentemente sereno. Algo que no se ve a simple vista, como los bordados del Fukuda Craft Dyeing and Embroidery Research Institute, tan precisos que parecen pintados con una pestaña. Dior no fue a Kioto a copiar motivos orientales en serie. Fue a sumergirse en un proceso. En una manera de hacer que exige pausa, que venera la repetición, que convierte el error en arte. Y eso, en los tiempos veloces y digitales que corren, es casi un acto de rebeldía.
Chiuri no quiso evocar Japón, quiso hablar con él. De tú a tú. Y lo hizo convocando a Tabata Kihachi, maestro del tejido, a convertir telares en laboratorios de alquimia textil. Lo hizo combinando chaquetas tipo kimono con pantalones estructurados, creando un lenguaje híbrido que no se decanta ni por el este ni por el oeste, sino que habita un lugar nuevo, donde la herencia se vuelve experimental y la elegancia no necesita permiso.
“La tradición no es un ancla, es una vela” (Dicho popular japonés)
Ver aquella colección bajo las sombras de la pagoda de cinco pisos fue asistir a una coreografía del tiempo. El presente desfilando con sandalias de plataforma que recuerdan al Geta, los pies bien asentados en la tierra pero la cabeza mirando hacia las estrellas. En lugar de los trillados Tabi, Dior apostó por reinterpretar calzados menos manoseados, más fieles al vestir cotidiano japonés, pero adaptados a una silueta global. Ahí está la clave: no caricaturizar, sino traducir con respeto y audacia.
Los colores, sobrios como un haiku. Las texturas, capaces de contar sin palabras. No hubo necesidad de alardes tecnológicos ni efectos especiales. Solo tejidos que respiran historia y prendas que se sienten vividas desde antes de salir a la pasarela. El denim —ese símbolo universal del día a día— se encontró con la finura de la seda teñida con técnicas ancestrales, y el resultado fue una colección donde la modernidad no compite con la artesanía, sino que la celebra.
“Lo bello no grita, susurra” (Estética japonesa)
Hubo algo profundamente humano en este desfile, una especie de melancolía alegre que solo los sitios sagrados saben provocar. El Tō-ji Temple no fue solo un decorado. Fue un personaje más. Testigo mudo de una conversación que lleva más de setenta años entre París y Kioto. Porque esto no es nuevo: Dior ya estuvo aquí, aunque sin redes sociales ni titulares en mayúsculas. Estuvo en los telares, en las sedas, en las manos de los artesanos que dieron forma a los sueños del primer Dior. Y ahora vuelve, no como turista, sino como heredero.
Por eso este desfile no se entiende sin esa historia de amor previa. Sin los archivos de los años 50, cuando Christian Dior, fascinado por Japón, incorporó por primera vez tejidos nipones en la alta costura francesa. Chiuri no necesitó inventar un puente entre culturas. El puente ya existía. Ella solo lo cruzó de nuevo, con la gracia de quien sabe que el respeto es el verdadero lujo.
El arte del futuro se escribe con tinta antigua
Dior no solo llevó moda a Kioto. Llevó una idea. La de que el lujo no tiene por qué estar divorciado del oficio. Que los algoritmos no cosen, que los likes no bordan. Que la belleza, esa belleza profunda que no caduca, todavía se encuentra en las manos que tiñen, en las que cortan, en las que remiendan sin prisa. Que aún hay espacio para lo hecho con amor, aunque no escale en Google Trends.
Y eso —en estos tiempos donde todo caduca en horas— es un mensaje más valiente que cualquier desfile con drones.
“Dior Pre-Fall 2025 no es una colección, es una ceremonia laica”
Así lo sentí. Como una ceremonia sin palabras. Una de esas donde cada gesto cuenta, donde cada textura tiene algo que decir, donde la luz natural —la misma que acaricia los templos desde hace siglos— se vuelve parte del estilismo.
Porque la puesta en escena fue más que estética: fue simbólica. Bajo los cerezos, entre el silencio de la piedra y el rumor del agua, desfiló una visión retrofuturista donde lo ancestral no es un lastre, sino una brújula. Una pasarela que no gritó “tendencia”, sino “trascendencia”.
Y ahora me pregunto: si la moda puede crear este tipo de momentos, ¿por qué conformarse con lo inmediato? ¿Y si en lugar de correr hacia el futuro sin mirar atrás, nos detuviéramos a bordarlo? ¿Quién dijo que las flores de cerezo no podían florecer también en París?
Tal vez la respuesta no esté en las tendencias, sino en los templos. O en las manos que todavía saben coser sueños.
“No todo lo que brilla es nuevo. A veces, lo más antiguo es lo que más ilumina.”
¿Por qué todas quieren unas NEW BALANCE?
¿Por qué todas quieren unas NEW BALANCE? La elegancia retrofuturista que conquista la moda Y2K
Las NEW BALANCE MUJER son más que unas zapatillas, son una declaración de intenciones. 🌆✨
No sé tú, pero yo nunca pensé que terminaría obsesionada con un par de sneakers. Y sin embargo, aquí estoy: abriendo el armario y sintiendo mariposas por esas zapatillas retrofuturistas que me miran como si fueran parte de una historia de ciencia ficción dirigida por Sofia Coppola. Porque eso son las New Balance para mujer hoy en día: una mezcla deliciosa entre el pasado que no se quiere ir del todo y el futuro que ya está llamando a la puerta, con toda la fuerza de la tecnología Abzorb bajo el talón.
«La moda cambia, pero el estilo que te cuida los pies, perdura.»
Antes, las zapatillas eran solo para correr. Para ir al gimnasio. Para hacer mandados con prisa. Hoy, son tu carta de presentación. Una especie de manifiesto silencioso que grita “sé lo que quiero y voy cómoda a por ello”. Y entre todas las marcas que intentan subirse al tren del estilo urbano femenino, hay una que no corre: flota. New Balance no busca llamar la atención con fuegos artificiales. No. Lo suyo es más como un buen libro que descubrís de casualidad y no podés soltar. Especialmente en modelos como las 327, las 574 o las 9060, que se han vuelto casi tan imprescindibles como el delineador de ojos bien afilado.
Puedes comprobarlo tú misma echando un vistazo a cómo lo cuenta El País o cómo lo celebran desde LOS40, donde ya no se habla solo de música, sino de cómo pisar fuerte en cada playlist del día.
Origen: Las New Balance para mujer que son tendencia esta primavera: cómodas, estilosas y combinan con todo
La nostalgia también puede ser futurista
Hay algo extraño —casi mágico— en ponerse unas zapatillas que parecen sacadas de un catálogo de los años 70, pero que a la vez podrían estar diseñadas para caminar en Marte. Ese es el encanto del retrofuturismo, que encontró en el diseño de las New Balance Mujer su forma más perfecta.
Las 9060 son el ejemplo por excelencia. Nacidas de la reinterpretación de la serie 99x, estas zapatillas con suela exageradamente gruesa no solo elevan centímetros: elevan estados de ánimo. Lo curioso es que mientras más voluminosas, más ligeras se sienten. Tal vez por eso triunfan tanto en Instagram, donde cada foto con ellas parece decir: “Sí, me importan los detalles. Pero también me importa estar cómoda”.
Pero si hablamos de comodidad, hay que detenerse en un nombre que no suena sexy, pero sí funciona como un poema bien escrito: Abzorb. La tecnología Abzorb no solo suaviza la pisada. La hace casi invisible. ¿Cómo lo logra? Con un elastómero que redistribuye el impacto de cada paso como quien reparte bien los problemas en la semana: sin cargarle todo a un solo día. Esto no es marketing vacío, es ingeniería pensada para que la belleza no duela. Literalmente.
«No hay nada más sexy que andar cómoda sin perder el estilo.»
De la calle al podio, sin cambiar de zapatillas
Lo más interesante de todo esto es que no estamos hablando solo de moda. O de tecnología. O de diseño. Estamos hablando de una filosofía de vida. Porque estas zapatillas no están hechas para encajar en una sola categoría. Funcionan para ir al trabajo. Para el after. Para el brunch que no sabías que terminaría siendo una caminata de cinco kilómetros. Ese es su superpoder. Son sneakers primavera 2025, pero podrían ser otoño 2030 y seguirían funcionando igual de bien. Y eso, amiga mía, no se compra. Se cultiva.
Esa versatilidad es lo que las ha vuelto omnipresentes. Están en los festivales de música, en las cafeterías de moda, en las oficinas con dresscode flexible. Y están en los pies de gente como Hailey Bieber o Margot Robbie, que las combinan con lo que les da la gana. ¿Un traje oversize? Funciona. ¿Un vestido con volantes? Funciona. ¿Un chándal de terciopelo al estilo moda Y2K? Funciona más que nunca.
Las New Balance no gritan. Susurran
En un mundo donde muchas zapatillas compiten a gritos por atención, New Balance susurra. Y eso es lo que enamora. No tiene el logo más grande. Ni los colores más llamativos. Pero tiene algo mucho más difícil de conseguir: coherencia estética. Y ese algo ha hecho que sus modelos como las 1906 purple se conviertan en piezas codiciadas no solo por su look técnico, sino por su capacidad de combinar diseño arquitectónico con una suavidad inesperada.
Esto es especialmente visible en su forma de abordar la moda urbana femenina. Nada parece impostado. Nada forzado. Todo fluye con una naturalidad que da gusto. Y eso, en un mercado lleno de estridencias, es un regalo.
“La moda no incomoda cuando está bien hecha.” (Frase de madre con razón eterna)
No es casualidad que hayan vuelto las plataformas, las suelas enormes, los materiales metalizados. Lo que parecía ridículo hace una década ahora es símbolo de modernidad. Y sí, en parte es por la influencia de esa moda Y2K que rescatamos del pasado con ojos nuevos, con filtros nuevos, con ganas de pasarlo bien sin necesidad de disfrazarse.
De fábrica obrera a objeto de deseo
Lo más poético del caso es que New Balance no nació en una pasarela ni en un brainstorming de creativos. Nació como una solución para trabajadores que sufrían de pies cansados. Su historia, aunque muchas no la conozcan, viene de la necesidad, no del lujo. Eso la hace aún más fascinante. Porque esa raíz honesta sigue viva, incluso en sus modelos más sofisticados. En sus colecciones MADE in UK o MADE in USA, se nota la obsesión por hacer bien las cosas. No rápido, no barato, no viral. Bien.
Mientras otras marcas buscan fórmulas mágicas para captar la atención de la Generación Z, New Balance hace algo mejor: escucharla sin perder su voz. Y eso tiene mucho más mérito que adaptarse a cada tendencia como veleta sin mástil.
¿Hasta cuándo durará esta fiebre?
Tal vez esa sea la pregunta equivocada. La verdadera cuestión no es cuánto va a durar el amor por las New Balance Mujer, sino por qué tardamos tanto en enamorarnos de ellas. Puede que la moda cambie, que TikTok descubra un nuevo hype la semana que viene, que los algoritmos le den espacio a otra marca más chillona. Pero mientras tanto, estas zapatillas siguen ahí, firmes, fieles, cómodas, listas.
Y en un mundo que cada vez se mueve más deprisa, ¿no es eso lo que más necesitamos?
“Camina con firmeza, incluso cuando no sepas a dónde vas.” (Refrán sin autor, pero con verdad)
Las zapatillas retrofuturistas no son una moda pasajera. Son el presente vestido de futuro.
La tecnología Abzorb convierte cada paso en una caricia, no en una carga.
El estilo urbano femenino ya no necesita tacones para ser elegante.
¿Será este el verdadero futuro del calzado femenino? ¿O solo estamos dando vueltas a una nostalgia que nunca quisimos soltar? La próxima vez que te pongas unas zapatillas, pregúntate esto: ¿te hacen caminar mejor o solo quieren que te veas bien? Si la respuesta es ambas, entonces ya sabes por qué New Balance lo está petando.
¿Puede la ALTA COSTURA vivir al revés y seguir siendo lujo? El futuro ya estaba dentro de Dior y nadie lo vio venir
La colección de alta costura de Dior para primavera-verano 2025 no entra en escena. Más bien, emerge como un susurro invertido, una confesión a media voz convertida en grito elegante. ¿Qué pasa cuando lo oculto se revela, cuando lo que solía sostener en silencio empieza a hablar? El resultado no es solo una serie de vestidos, sino un juego de espejos donde lo interno se vuelve externo, y lo invisible, un manifiesto.
Desde la primera salida en la pasarela, quedó claro: la alta costura ha decidido girarse como un guante y mostrarnos las costuras, las varillas, las entrañas. Crinolinas al aire, petticoats que ya no se esconden bajo las capas, bustiers tan evidentes como una verdad largamente callada. Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, no está interesada en la perfección silenciosa. Ella prefiere la osadía de lo expuesto, la belleza incómoda, el arte que respira.
“Lo invisible también merece aplausos”
Algunos lo llaman «inside out», otros retrofuturismo. A mí me parece un ejercicio de honestidad estética. Como si Dior, de repente, decidiera dejar de maquillarse para mostrarse con la cara lavada, y aún así –o precisamente por eso– deslumbrar. Porque esa es la paradoja: cuanto más se deja ver el armazón, más fascinante se vuelve el conjunto.
Pero también es un ejercicio de poder: desvelar lo que antes se ocultaba no es solo una decisión estilística, sino un gesto que exige valentía.
Cuando el corsé dejó de apretar para empezar a dialogar
Chiuri ha convertido los elementos más rígidos de la historia de la moda en símbolos de liberación. El corsé, tantas veces símbolo de opresión, ahora se exhibe con orgullo. Ya no es un instrumento de tortura victoriana, sino una estructura delicadamente modernizada que juega con géneros, que se funde con americanas y faldas etéreas como si no necesitara pedir permiso.
Y es que la silueta ha cambiado. Ya no manda la cintura de avispa ni el talle esculpido al milímetro. El equilibrio ha mutado hacia una forma más orgánica, más impredecible. Top pequeño, parte inferior voluminosa. Algo que recuerda a las pin-ups de los 40, pero también a una heroína de ciencia ficción que lleva en el cuerpo la memoria de otra época.
“El pasado y el futuro no están enfrentados, están enamorados”
En esa tensión habita el alma de la colección. Porque si algo ha logrado Chiuri, es hacer dialogar al archivo con la vanguardia sin que uno aplaste al otro. El resultado no es nostalgia ni futurismo puro. Es una línea del tiempo doblada como una cinta de Moebius.
Bordados que susurran historias familiares
No se trata solo de mostrar estructuras. También es una cuestión de texturas, de cómo lo antiguo se reencarna en formas nuevas. Los encajes parecen haber sido rescatados de baúles olvidados, pero aplicados sobre camisetas o vestidos con cortes deconstruidos, adquieren una dimensión nueva. No es romanticismo puro. Es una especie de arqueología emocional, donde cada puntada habla del ayer pero también se proyecta al mañana.
El jacquard, esa técnica majestuosa que solía pesar como una armadura, ahora flota. Literalmente. Dior ha conseguido hacerlos con algodón, lo que implica una proeza técnica notable. Por fin, una reina del siglo XVIII podría bailar descalza en un campo de trigo sin parecer disfrazada.
Y lo más interesante: no es solo técnica. Es emoción. Chiuri no borda flores; borda recuerdos, gestos, herencias.
«La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.»
(Proverbio tradicional)
La sensualidad no está en lo visible, sino en lo que se intuye
La colección está repleta de elementos táctiles: plumas que vibran con cada movimiento, pétalos que parecen adherirse a la piel, perlas que trazan constelaciones sobre el cuerpo. Cada prenda es una invitación a tocar, a mirar de cerca, a perderse en los detalles. Esto no es casual. En el mundo del lujo, la experiencia sensorial lo es todo.
Dior lo sabe y juega con ello sin pudor. El lujo no vive solo en el objeto, sino en la sensación que provoca. El olor del papel de un packaging bien hecho. La textura de un tejido que no solo se ve caro, sino que lo dice al oído. La suavidad del forro de un vestido que nadie más verá… salvo que, como en esta colección, todo lo interior se haga exterior.
Y aquí entra en juego la neurociencia. Sí, la moda también se apoya en ella. Porque ya no se trata solo de vender ropa, sino de generar experiencias. Los sentidos son la nueva pasarela.
Un lujo con conciencia, sin perder el descaro
En medio de todo este despliegue sensorial, hay espacio para una verdad menos glamourosa pero necesaria: el lujo también tiene que hablar con el planeta, y Dior lo está intentando. Su programa Dream in Green puede sonar etéreo, pero tiene pies en la tierra. Reducción de residuos, reciclaje textil, diseño circular. Palabras que, aunque parezcan sacadas de un manual técnico, aquí se visten de tul y brocado.
Pero también hay tensión. ¿Puede realmente coexistir la alta costura con un compromiso serio hacia la naturaleza? ¿Hasta qué punto una perla cosida a mano justifica una huella de carbono? Dior responde no con discursos, sino con hechos. Con blusas hechas de algodón reciclado que parecen recién llegadas del siglo XIX y con bordados tan precisos que podrían haberse hecho con láser.
“La belleza que cuida no tiene por qué ser aburrida”
La feminidad en manos de una mujer
Que Maria Grazia Chiuri sea la primera mujer en liderar Dior no es un detalle menor. Se nota en cada prenda, en cada decisión, en cada mirada que propone la colección. Ella no diseña para musas inalcanzables ni para maniquíes de escaparate. Diseña para mujeres reales que se ponen un mono con la misma actitud con la que antes llevaban un vestido de noche.
Sus prendas no piden permiso, pero tampoco gritan. Simplemente existen, como una afirmación silenciosa de que la moda no tiene que ser rígida para ser elegante. Y lo curioso es que este enfoque más pragmático no ha restado ni un ápice de deseo. Al contrario. Las ventas han subido como la espuma. Porque cuando una mujer se siente cómoda, también se siente poderosa.
“Lo que no incomoda, no transforma”
(Anónimo con estilo)
¿Y si el futuro de la moda estuviera en mirar hacia adentro?
La colección de Dior para primavera-verano 2025 no es solo una serie de vestidos bonitos. Es una narrativa hecha de capas, de transparencias, de estructuras reveladas. Es un espejo en el que la moda se mira a sí misma y se pregunta: ¿quién soy cuando me desnudo?
Tal vez por eso esta colección nos incomoda, nos atrae, nos fascina. Porque nos recuerda que lo verdaderamente lujoso no está en ocultar, sino en mostrarse sin miedo. Y que, a veces, lo más elegante que podemos hacer es darle la vuelta a todo lo que dábamos por hecho.
¿Y tú? Te atreverías a salir con el alma por fuera?
¿Es BIMANI la firma más audaz del diseño español? La moda atemporal nunca fue tan provocadora como con BIMANI
BIMANI no nació para seguir las reglas. Las torció desde el primer botón cosido en una blusa que no se arrugaba. Era práctica, sí, pero también tenía un aire de irreverencia silenciosa, como esas mujeres que te atraviesan con la mirada sin levantar la voz. Hace tiempo descubrí su historia, y lo que parecía un experimento casero se convirtió, sin ruido pero con mucha garra, en uno de los casos más seductores de transformación de marca que he visto en el panorama del diseño español. Y aquí estamos, años después, hablando de ponchos virales, vestidos de novia bohemios, bolsos debutantes, y una versatilidad extrema que no pide permiso para entrar, porque ya se ha quedado a vivir entre nosotras.
La primera vez que escuché hablar de BIMANI fue por una amiga que tenía obsesión con las camisas que no necesitaban plancha. Me pareció simpático, casi naïf. Hasta que vi cómo esas prendas, aparentemente simples, empezaban a aparecer por todas partes. No gritaban tendencia, pero capturaban la atención como solo lo atemporal puede hacerlo. Y eso me intrigó. ¿Cómo algo tan silencioso podía generar tanto ruido?
«Versatilidad extrema es convertir un vestido en una declaración sin cambiar de ropa»
La magia estaba en el enfoque. No eran camisas, eran decisiones prácticas que no sacrificaban estilo. Era moda sofisticada sin dramatismo, pensada para mujeres que no tienen tiempo para complicaciones, pero tampoco para resignarse al gris. Y eso, amigas, es una pequeña hazaña diaria.
Cuando lo reversible se vuelve irresistible
Pero también hubo un momento en que esa sencillez se volvió más audaz. Llegaron las prendas reversibles, los tejidos técnicos, los cortes que permitían una segunda vida en una sola pieza. El concepto no era nuevo en el mundo, pero sí lo era su forma de aplicarlo: sin disfrazarlo de “gimnasia de diseño”, sin caer en la tentación del espectáculo. BIMANI transformó lo reversible en algo deseable, no por novedad, sino por funcionalidad elegante. Y eso, en un mar de exageración, es oxígeno puro.
Vi una chaqueta suya que se convertía en otra solo con un giro, y me recordó a esas personas que saben estar en cualquier sitio sin perder la esencia. Y eso es lo que ha conseguido la marca: estar en todos los momentos importantes de la vida sin tener que cambiar de piel. Desde el café con amigas hasta la boda de tu hermana. Desde la pedida hasta el primer día de oficina. Todo con la misma prenda, o mejor dicho, con la misma actitud.
«Diseñar moda que no caduque es el mayor gesto de rebeldía actual»
WHITE no es solo blanco, es una declaración
Y entonces llegó WHITE, la colección que no grita, pero te deja sin palabras. Pensada para bodas, bautizos, comuniones y esas ocasiones donde todo parece demasiado encorsetado. Aquí, BIMANI rompe el molde sin romper la tradición. Ofrece vestidos que parecen sacados de un sueño, pero con la suficiente estructura para plantarle cara a una comida de seis horas. Sedas, organzas, encajes… todo dispuesto con un mimo casi ceremonial, pero sin caer en el empalago.
Hay algo profundamente poético en una firma que diseña pensando no solo en cómo te verás, sino en cómo te vas a mover, respirar y recordar ese día. Porque en el fondo, las grandes prendas no se recuerdan por su corte, sino por la emoción que te hicieron sentir. Y eso, WHITE lo tiene de sobra. Desde las siluetas más bohemias hasta los trajes más definidos, cada pieza parece hablarnos con una voz serena, segura de sí misma.
En esta entrevista a Laura Corsini, la diseñadora habla del equilibrio entre innovación y tradición, una dicotomía que define a la perfección el alma de BIMANI. Porque una marca que se atreve a lanzar bolsos cuando todo el mundo apuesta por colaboraciones ruidosas, merece atención. Porque no buscan el aplauso fácil, sino la conexión duradera.
Interbrand y el poder de redefinir sin perder el norte
Todo este giro estratégico no ha sido fruto del azar. En 2024, BIMANI decidió mirar su reflejo en un espejo más grande, y lo hizo de la mano de Interbrand, una de esas consultoras que saben lo que duele cambiar sin traicionarse. El resultado no fue un simple lavado de cara, sino una nueva identidad visual que encapsula la esencia de la firma con una elegancia inquietante. El nuevo símbolo de BIMANI no solo se ve bonito en etiquetas: comunica fuerza, propósito y dirección.
Este tipo de colaboraciones suele dar miedo, porque muchas marcas pierden autenticidad al dejarse rediseñar por otros. Pero aquí pasó lo contrario. Interbrand supo leer la historia y proyectarla hacia adelante, sin filtros innecesarios. No se trata de ser modernos, se trata de ser coherentes. Y eso, en un mundo donde lo efímero manda, es casi un acto de fe.
La fiebre de la transformación ha llegado para quedarse
Y BIMANI no está sola en esta aventura del vestir que se adapta. Me vienen a la mente firmas como Allenomis, que plantea colecciones modulares pensadas para climas y ánimos cambiantes. O Marfa Stance, que hace de los abrigos reversibles su seña de identidad. Pero también nombres como Petit Pli, que apuesta por ropa infantil que crece con el niño, o C.P. Company, que transforma chaquetas en bolsos como si fuera un truco de magia práctica. Todas, de algún modo, están explorando esa idea de que la ropa no es solo estética, sino herramienta.
En este contexto, BIMANI destaca porque no sacrifica la elegancia en nombre de la versatilidad. Aquí no hay zippers visibles ni transformaciones aparatosas. Hay fluidez, hay discreción, hay diseño. Y eso es lo que la hace irresistible para quienes quieren sentirse únicas sin parecer disfrazadas.
El minimalismo como nueva forma de libertad
La tendencia del minimalismo sofisticado ha calado fuerte en la moda para eventos especiales. Y BIMANI la ha entendido como pocas. No se trata de renunciar a la belleza, sino de depurarla. De quitar todo lo que sobra para que lo que queda brille más. Sus trajes de chaqueta para madrinas modernas, sus vestidos de líneas limpias para novias sin tul, sus monos estructurados para invitadas con carácter… Todo habla de una mujer que no busca validación, sino autenticidad.
«La verdadera sofisticación está en saber decir no a lo innecesario»
Y es que, en un universo saturado de ruido, hay algo profundamente valiente en apostar por el silencio elegante. Por la línea recta que no necesita adornos. Por el blanco crudo que no teme ensuciarse. Por la ropa que no impone, sino que acompaña. Ahí radica la fuerza de BIMANI: en su capacidad para adaptarse sin rendirse, para transformarse sin disfrazarse.
“Lo bien hecho no necesita presentación” (Refrán popular)
“Menos es más, pero solo cuando el menos está bien pensado” (Mies van der Rohe)
¿Y ahora qué?
Ahora toca observar, esperar y, por qué no, disfrutar del camino. BIMANI ha cruzado una puerta y no hay vuelta atrás. Su apuesta por la moda atemporal, la versatilidad extrema y el diseño emocional ha marcado una línea clara en el mapa de la moda española e internacional. Y mientras otras marcas pelean por gritar más alto, BIMANI susurra. Pero susurra con estilo, con elegancia, con intención.
La pregunta es: ¿seguirá el resto del mundo eligiendo lo transformable y duradero sobre lo inmediato y olvidable? ¿Estamos, por fin, entendiendo que menos puede ser mucho más, si está bien hecho? ¿Y tú? ¿Te atreverías a construir un armario donde cada prenda tenga dos vidas y una sola alma?
Afortunadamente, la tendencia de los vestidos de bajo costo ha ganado terreno, ofreciendo a las amantes de la moda la oportunidad de lucir espectaculares sin vaciar sus bolsillos. Esta opción no sólo es accesible, sino que también permite jugar con distintos estilos y combinaciones.
Los vestidos de fiesta low cost vienen en una variedad de estilos, cortes y diseños. Desde elegantes prendas de cóctel hasta opciones más informales, hay algo para cada gusto y ocasión. Las telas utilizadas son igualmente diversas; desde el clásico poliéster, que es ligero y fácil de cuidar, hasta opciones más lujosas como el satén y la gasa, que agregan un toque de sofisticación. La elección de la tela puede influir en la caída y el movimiento, lo que es crucial para sentirse observada y segura en cualquier evento.
En cuanto a las tendencias actuales, los estampados y los colores vibrantes están en auge. Los tonos pasteles, como el lavanda y el menta, son perfectos para eventos de primavera y verano, mientras que los colores más oscuros, como el burdeos y el azul marino, son ideales para otoño e invierno..
Los costos son otro aspecto a tener en cuenta. En comparación con las marcas de alta gama, estos suelen estar disponibles a precios mucho más accesibles, lo que permite a las mujeres adquirir varias opciones para diferentes ocasiones..
Uno de los mayores beneficios de optar por uno que sea económico es la posibilidad de experimentar con diferentes estilos. Las mujeres pueden permitirse probar nuevas tendencias sin la preocupación de haber realizado una gran inversión. En este contexto, en
Shop bys olagne, indican: “Esto es especialmente útil para eventos en los que no se está segura de cómo será el ambiente o la formalidad”.
Además, la sostenibilidad está comenzando a jugar un papel más importante. Muchas marcas están adoptando prácticas más ecológicas, utilizando materiales reciclados y promoviendo la producción ética. Esto significa que no solo se puede lucir bien, sino que también se puede hacer con la tranquilidad de que se está contribuyendo a un futuro más sostenible.
El acceso a la vestimenta de precios bajos también ha fomentado un sentido de comunidad entre las compradoras. Las redes sociales han permitido que las mujeres compartan sus hallazgos y estilos, creando un espacio donde se celebra la creatividad y la originalidad. Muchas influencers y bloggers promueven looks asequibles, inspirando a otras a experimentar y sentirse bien con lo que llevan puesto.
A pesar de las ventajas dadas por estos, es importante recordar que la calidad también cuenta. Aunque estos son más económicos, no todos ofrecen la misma durabilidad. Es recomendable leer reseñas y verificar las opiniones de otras compradoras antes de hacer una compra..
La posibilidad de elegir entre una amplia gama de estilos y colores, combinada con la accesibilidad de precios, permite que esta tendencia sea inclusiva y divertida. Con el adecuado, cada ocasión se convierte en una oportunidad para destacar y celebrar la individualidad, recordando que la verdadera belleza radica en sentirse cómoda y segura consigo misma.
Cada vez más personas optan por adornar sus cuerpos con estas prácticas, no solo como una manera de embellecerse, sino también como un medio para contar historias y mostrar su individualidad.
Los piercings y tatuajes se caracterizan por su diversidad. La variedad de lugares donde se pueden realizar es extensa, abarcando desde las clásicas orejas hasta áreas más inusuales como la nariz, la ceja o incluso el labio. Cada zona tiene su propio encanto y significado. Por ejemplo, uno en la nariz puede representar un toque bohemio, mientras que los aros en las orejas son vistos como una opción más convencional. En cuanto a los tatuajes, la elección de la ubicación es igualmente significativa. Las personas suelen elegir lugares visibles como los brazos o las piernas, mientras que otros prefieren áreas más discretas, como la parte inferior de la espalda o el costado.
Los diseños de los tattoos también han experimentado una transformación notable. Desde las tinturas tradicionales hasta los estilos más contemporáneos, las opciones son prácticamente infinitas. Los realizados con acuarela, los geométricos y los minimalistas están muy de moda, mientras que los diseños tribales y los retratos siguen siendo populares.
En cuanto a los costos, es importante mencionar que tanto unos como los otros pueden variar considerablemente en precio. Los piercing suelen ser más asequibles, con precios que oscilan entre 20 y 100 euros, dependiendo del lugar y el tipo de joyería utilizada. Por otro lado, los tatuajes requieren una inversión mayor, ya que el precio puede variar según el diseño y el tiempo dedicado para hacerlo.
Los beneficios son más que estéticos. Estas prácticas pueden proporcionar una sensación de pertenencia a una comunidad o subcultura, especialmente en sectores donde la individualidad se celebra. Además, pueden servir como una forma de autoafirmación. “En una sociedad que a menudo intenta homogeneizar a las personas, estos adornos permiten a los individuos destacar y mostrar su autenticidad”, comentan en Krises Tattoo.
La higiene y la seguridad son aspectos esenciales a considerar al hacerse uno u otro. Es fundamental acudir a estudios profesionales y certificados que cumplan con todos los estándares de sanidad. Esto no solo garantiza que el procedimiento se realice de manera segura, sino que también minimiza el riesgo de infecciones y complicaciones. A medida que la aceptación crece en la sociedad, también lo hace la variedad de estilos y técnicas disponibles. La creatividad de los artistas ha llevado a la aparición de tendencias innovadoras que atraen a un público diverso.
Con la llegada de las redes sociales, la difusión de estas modas se ha acelerado, permitiendo que personas de todo el mundo compartan sus experiencias y diseños. Esto ha creado una comunidad global donde la inspiración y el apoyo mutuo son fundamentales. Las plataformas digitales han facilitado la conexión entre artistas y clientes, haciendo que la búsqueda de aquél perfecto sea más accesible que nunca.
Cada diseño, forma y estilo reflejan la individualidad y autenticidad de las personas, destacando su evolución personal. La elección de estos adornos se convierte en una expresión única de identidad, invitando a la reflexión y reafirmación de la propia personalidad.
¿Son las NEW BALANCE 740 las zapatillas más cómodas del planeta? El regreso secreto de las NEW BALANCE 740 que nadie vio venir
Encontré las NEW BALANCE 740 y, lo juro, algo cambió. ✨
Hay un momento en la vida en que uno deja de tolerar el calzado incómodo. A mí me llegó cuando salí de una reunión de oficina directa a una clase de cardio sin pasar por casa, y mis pies —doloridos y traicionados— me miraron con el silencio acusador de quien ha sido ignorado durante demasiado tiempo. Fue ahí, en mitad de una sentadilla dudosa, que entendí lo que hacía falta: un par de zapatillas cómodas, que no solo aguantaran el ritmo sino que lo dictaran. Y así llegaron ellas, blancas, con detalles verdes y una historia más rica de lo que aparenta su estética limpia. Las NEW BALANCE 740 no son solo unas sneakers: son el punto de encuentro entre la nostalgia y la necesidad.
“Diseño retro con alma del futuro”.
“Pies felices, looks legendarios”.
“La comodidad también puede tener estilo”.
El futuro ya pasó y calzaba zapatillas retro
No me lo esperaba, pero lo retro se ha vuelto vanguardia. Los años 2000, con toda su carga de chándales brillantes, zapatillas anchas y teléfonos plegables, están de vuelta. Y no es una moda pasajera. Es un fenómeno psicológico, un efecto bumerán emocional. Como si necesitáramos vestir los recuerdos para entender mejor el presente. Las zapatillas 2000s resurgen porque ofrecen algo que muchas propuestas actuales no consiguen: personalidad sin estridencias, diseño sin artificios, funcionalidad sin sacrificar estilo. Las NEW BALANCE 740 nacieron para correr, pero hoy corren hacia otra meta: acompañar a una nueva generación que no quiere elegir entre lo práctico y lo bello.
Recuerdo verlas por primera vez en una foto de Cameron Brink. Llevaba blazer y minifalda, y en los pies, las 740. Ahí entendí que la clave estaba en ese contraste: prendas elegantes y zapatillas deportivas con historia. El estilo athleisure no es otra cosa que el permiso tácito de mezclar lo que antes era impensable. Y estas zapatillas son las perfectas embajadoras de esa alianza inesperada.
La estética deportiva urbana tiene una nueva reina
Todo el mundo habla de estética, pero pocos entienden lo que implica vivirla. Yo la encontré en un andén de metro, cuando una chica pasó frente a mí con bermudas, sudadera cropped, y esas mismas zapatillas. No había postureo, no había cálculo. Solo una sensación de naturalidad urbana, como si se hubiera vestido con lo primero que pilló… y lo hubiera hecho mejor que nadie. Las NEW BALANCE 740 tienen esa virtud: se adaptan, no imponen. Son lo suficientemente limpias como para no molestar en un entorno formal, pero con el carácter necesario para destacar en un look relajado.
Y luego está ese detalle que a mí me transporta directamente a los videoclips de principios de siglo: los calcetines XXL a la vista. Sí, los que tus padres no te dejaban enseñar. Pues ahora son casi un manifiesto de estilo. Porque estas zapatillas no solo se sienten bien, también se ven como un guiño a lo mejor del pasado. Son como esas canciones que no envejecen, aunque cambien de contexto.
Tecnología invisible, comodidad absoluta
Lo impresionante es que todo este despliegue estilístico no sacrifica lo que importa de verdad: la comodidad. Porque si hay algo que distingue a las NEW BALANCE 740 es su capacidad para ser llevadas durante horas sin que los pies pidan tregua. La razón está en los detalles técnicos que, aunque no se ven, se sienten. Su malla de puntos, ligera y transpirable, hace que incluso en jornadas maratonianas, el pie respire. La suela acolchada actúa como una alfombra ergonómica, amortiguando el paso con una suavidad que sorprende. No es magia, es ingeniería del bienestar.
¿Y qué hay del peso? Livianas como una promesa cumplida. Porque todos hemos tenido esas zapatillas que son tan bonitas como innecesariamente pesadas. Las 740 no. Aquí, cada gramo cuenta. Por eso, cuando las llevas a la oficina por la mañana y terminas en el gimnasio al atardecer, no te planteas cambiarlas. No hace falta.
“La verdad espera. Solo la mentira tiene prisa.” (Proverbio tradicional)
Y estas zapatillas han esperado su momento sin prisas. Porque sabían que volverían.
Cuando el athleisure dejó de ser moda y se volvió norma
No sé si lo has notado, pero hay algo extraño en cómo nos vestimos últimamente. Nos hemos cansado de disfrazarnos. Queremos ropa que sirva, que dure, que respire con nosotros. Por eso el athleisure no es una tendencia, es una decisión de vida. Una forma de decir: “Sí, tengo cosas que hacer y quiero sentirme bien mientras las hago”.
Las NEW BALANCE 740 encajan ahí como anillo al dedo. Lo que empezó como una tendencia de celebridades que llevaban leggings a brunchs se ha transformado en una estética global. De hecho, si observas los escaparates más punteros verás que ya no se venden estilos, se venden soluciones. Y esta zapatilla es eso: una solución. Al problema del dolor de pies, del “qué me pongo”, del no tener tiempo para cambiarse. Aquí hay ropa funcional, estética pura con propósito.
Las sneakers icónicas no nacen, se hacen
Se habla mucho de zapatillas icónicas, pero pocas tienen lo necesario para mantenerse relevantes década tras década. Las Nike Air Pegasus, las Adidas Sambas, incluso las Nike V2k Run han dejado huella. Pero las NEW BALANCE 740 tienen algo distinto. No solo porque regresan desde los 2000 con una elegancia inesperada, sino porque no han perdido su alma técnica. Y eso es raro.
En un mundo saturado de reediciones vacías, las 740 conservan la intención original: ser útiles. Fueron pensadas para corredores, para atletas, para gente que se mueve. Y hoy, en un universo que ha elevado la moda futurista casual a categoría de estilo de vida, brillan con una luz distinta. Son una cápsula del tiempo y, al mismo tiempo, una herramienta para el presente.
“No es lo que llevas puesto, es cómo caminas con ello.”
Me lo dijo una vez una señora que vendía zapatos en un mercadillo. Tenía razón.
El alma de la moda está en lo práctico que emociona
Podría decirse que estamos en una época en la que la estética ha abrazado la utilidad. Lo que antes era considerado banal —el confort, lo práctico— ahora es lo más deseado. Ya no nos vestimos solo para gustar, nos vestimos para vivir. Las zapatillas icónicas ya no se definen solo por su diseño, sino por cómo acompañan la rutina, cómo se funden con nuestra historia diaria.
Y ahí es donde las NEW BALANCE 740 ganan la partida. Porque no piden permiso, no exigen reglas. Te las pones, y de pronto todo encaja. Puedes ir a una reunión, correr al súper, salir a caminar con alguien que te gusta o entrar al gimnasio sin cambiarte. Son, literalmente, un sí a todo.
¿Qué viene después de unas zapatillas que lo hacen todo?
Esa es la pregunta que no me deja en paz. Porque cuando un objeto cumple todas sus promesas, ¿qué se supone que debe venir después? Tal vez por eso vuelvo a ellas, una y otra vez. Porque no son una moda que pasará. Son un símbolo de este nuevo estilo de vida en el que lo que más importa no siempre se ve, pero sí se siente.
¿Y tú? ¿Ya encontraste unas zapatillas que te acompañen como deberían?
Porque quizás la respuesta no esté en buscar más… sino en mirar atrás. Y ahí, entre lo vintage y lo que aún no ha pasado, están ellas: las NEW BALANCE 740.
Elegir el lugar ideal para celebrar una ocasión especial puede ser un reto, pero cuando se trata de crear recuerdos inolvidables, pocas opciones superan su encanto. En un entorno natural, con detalles cuidados al máximo, estas construcciones centenarias ofrecen el espacio perfecto para bodas, cumpleaños, aniversarios y todo tipo de festejos que buscan algo diferente y personalizado. Un establecimiento de este tipo, no es solo un lugar, es una experiencia que transforma esto en algo mágico.
Una Masía para bodas en Barcelona es sinónimo de elegancia y distinción, especialmente si se busca celebrar el día más importante de la vida de una pareja rodeados de belleza natural. La atmósfera tranquila y acogedora que brindan estos lugares permite que los novios y sus invitados disfruten de la jornada sin preocupaciones, con un entorno único que hace que cada detalle brille. Además, su versatilidad permite adaptar el espacio a cualquier tema o estilo que se desee, desde bodas clásicas hasta las más modernas o temáticas.
Estas casonas no solo son ideales para bodas, sino también para una amplia variedad de festejos. Cumpleaños, aniversarios y celebraciones temáticas se benefician de estos espacios, que aportan un toque especial a cada encuentro. Los anfitriones pueden personalizar la decoración, la música, la iluminación y, en general, cada aspecto, asegurándose de que sea tal y como lo habían soñado. “Esto hace que sean una opción perfecta tanto para quienes buscan una celebración íntima y elegante como para quienes desean una fiesta más grande y llena de vida”, indican en Masía La Tartana.
En cuanto a los costos, es importante destacar que hay diferentes opciones de acuerdo a las necesidades y el presupuesto de cada persona. Existen paquetes que incluyen todo lo necesario, como el alquiler del espacio, el servicio de catering y el mobiliario, y estos pueden ajustarse a las posibilidades de cada cliente. Aunque el valor inicial puede parecer más alto que otras opciones, la relación calidad-precio es inmejorable si se consideran los adicionales y la exclusividad del lugar. Además, al tratarse de un espacio con tantas posibilidades, es posible ajustarse a varios rangos de presupuesto sin sacrificar la calidad.
A lo largo de los años, éstos espacios han sabido reinventarse, sin perder la esencia que los hace tan especiales. Hoy en día, son un referente para quienes buscan algo único para celebrar momentos importantes de la vida. Su capacidad para fusionar lo tradicional con lo moderno, lo natural con lo elegante, y lo personalizado con lo exclusivo, las convierte en una opción que nunca pasa de moda.
Elegir un salón de celebración es optar por algo más que un simple lugar donde festejar. Es una invitación a crear vivencias que perduren en el tiempo, rodeados de la calidez de un ambiente único y especial. Cada evento realizado se convierte en una historia que se cuenta una y otra vez, brindando de quienes estuvieron allí un recuerdo de alegría y emoción. Sin duda, invertir en un lugar así, es invertir en momentos que marcarán la diferencia en la vida de quienes lo vivan.
¿Es SAINT LAURENT TALKS el secreto mejor guardado del arte contemporáneo? La estética futurista que esconde el alma retro de SAINT LAURENT TALKS
Descubrí SAINT LAURENT TALKS como quien se topa con una joya olvidada en un baúl de terciopelo negro. No fue en una pasarela, ni en un festival de cine, ni siquiera en una galería. Fue en la penumbra de un vídeo monocromático, donde la luz parecía hablar más que los propios protagonistas. Un susurro visual, una atmósfera tan contenida que parecía que el tiempo se había detenido para escuchar. Desde entonces, lo confieso, no he vuelto a ver una entrevista con los mismos ojos.
SAINT LAURENT TALKS, ese podcast artístico de estética monacal y sofisticación milimétrica, tiene algo que desarma. Tal vez sea el blanco y negro, que arranca el artificio de la imagen como quien pela una fruta madura. O quizás sea esa cadencia de las voces, que no buscan convencer ni provocar, sino simplemente compartir una verdad momentánea. Como si cada episodio fuera una confesión murmurada en la trastienda de un museo.
No hay música de fondo. No hay efectos especiales. Solo un plano fijo, una conversación honesta y un universo visual tan controlado que parece diseñado por Kubrick en su fase más contenida. Pero también, y ahí está la sorpresa, late una expresión creativa que no necesita gritar para quedarse en la memoria.
El blanco y negro como eco emocional del futuro
“El alma no tiene color”, decía mi abuela mientras bordaba silenciosamente a la luz de una lámpara antigua. Quizás por eso, cuando veo estos episodios en blanco y negro, siento que el tiempo se dobla sobre sí mismo. El presente adquiere un peso melancólico. El pasado parece recién estrenado. Y el futuro… ah, el futuro se vuelve reconocible como un sueño que ya tuvimos.
Hay algo en ese formato que te obliga a mirar más allá de la superficie. Sin la distracción del color, la imagen se convierte en gesto, sombra, mirada. Es como leer una carta escrita a mano en lugar de un mensaje de WhatsApp. Te hace detenerte. Respirar. Sentir.
“Ver en blanco y negro es como mirar el alma desnuda del mundo.”
Pero también hay algo perversamente elegante en ello. Esa estética minimalista, al borde de lo monacal, tiene un poder casi hipnótico. Se cuela bajo la piel. Te hace cómplice. Y en tiempos de estímulos constantes y saturación visual, esa desnudez se siente como un lujo impensable.
Paolo Sorrentino y el cine como religión
Cuando vi el episodio con Paolo Sorrentino, entendí que esto no era un experimento estético: era una declaración de fe. Sorrentino, con su mirada de poeta napolitano y sus silencios cargados de liturgia, parecía más sacerdote que cineasta. Habló de mujeres libres, de ciudades tristes, de belleza como provocación. Y lo hizo sin levantar la voz.
“El arte verdadero siempre se siente como un salto al vacío.”
Y vaya si lo sabe él, que en Parthenope —coproducida por Saint Laurent Productions— nos lleva de la mano por una Nápoles onírica donde cada plano parece una plegaria. ¿Cómo una marca de moda terminó coproduciendo cine de autor con ese nivel de ambición estética? Fácil: entendieron que vestir cuerpos ya no era suficiente. Ahora hay que vestir almas.
Pero también hay algo más inquietante. Esta alianza entre moda de lujo y cine de autor no solo está creando nuevas formas visuales. Está redefiniendo quién tiene el poder de contar historias. Porque cuando Saint Laurent se convierte en productora cultural, no solo cambia la pasarela: cambia la pantalla, la narrativa, la mirada.
El arte de conversar en un templo silencioso
Hay algo litúrgico en estas entrevistas. El decorado invisible, la iluminación medida al milímetro, los silencios que no incomodan. Augustin Trapenard, el periodista que oficia este ritual con elegancia contenida, no interroga: invita. Sus preguntas no buscan respuestas rápidas. Buscan grietas. Fisuras. Momentos de verdad.
Y en ese formato tan austero, tan limpio, lo que emerge es brutalmente humano. Lo vemos en Charlotte Gainsbourg hablando de pérdida con una dignidad rota. En Gaspar Noé, desarmado, dejando ver la ternura que esconde bajo su máscara de enfant terrible. Cada uno, sin saberlo, se convierte en protagonista de una pequeña película sin guion.
“Estas entrevistas no se ven. Se habitan.”
Pero también es cierto que no todos pueden soportar ese espejo. La cámara no perdona. El silencio tampoco. No hay espacio para el marketing, ni para el ego desbocado. Solo queda la voz. El rostro. El temblor.
El retro sofisticado como lenguaje del futuro
Llama la atención cómo algo tan retro puede sentirse tan vanguardista. Esa es, tal vez, la paradoja más fascinante de SAINT LAURENT TALKS: su capacidad de convertir lo antiguo en lo inevitablemente nuevo. Como si el futuro se hubiera detenido a mirar por el retrovisor y decidiera que, después de todo, lo importante no es avanzar más rápido, sino con más alma.
Esa fusión entre retro sofisticado y estética futurista no es una moda: es una filosofía. Una postura ante la banalidad de los días. En un mundo donde todo parece diseñado para ser olvidado, aquí se construye algo destinado a perdurar. Y lo hacen sin pirotecnia. Sin urgencia. Sin ruido.
Las marcas ya no venden ropa, venden sensibilidad
No nos engañemos: las marcas de lujo siempre han tenido un pie en el arte. Pero ahora ese pie está pisando fuerte. Saint Laurent, con este proyecto, ha decidido dejar de ser espectadora para convertirse en autora. Ya no se limita a inspirarse en artistas: los convoca, los produce, los amplifica.
Es una jugada audaz, sí. Pero también profundamente coherente. En tiempos donde la identidad es una performance y el estilo una ideología, construir contenido que tenga alma se vuelve el verdadero lujo. Y eso es lo que hace Saint Laurent: crear una nueva narrativa visual, íntima, precisa, profundamente humana.
“El verdadero poder está en quien sabe mirar despacio.”
Pero también hay una advertencia implícita: esto no es para todos. No es masivo. No es viral. No busca el like fácil ni el trending topic. Es contenido para quienes aún creen que una imagen puede cambiarte el ánimo. O el día. O la vida.
El futuro es una conversación lenta en blanco y negro
SAINT LAURENT TALKS no es un podcast, ni una campaña, ni una serie de entrevistas. Es un estado mental. Un refugio para quienes buscan algo más que ruido. Un manifiesto visual que dice, sin decirlo: “Aquí, lo importante aún importa”.
Y sí, puede que dentro de unos años esta tendencia se diluya, que el algoritmo imponga su dictadura de lo efímero. Pero también puede que no. Puede que esto sea el germen de algo más grande. De un nuevo modo de ver. De una estética que no busca seducir, sino tocar.
¿Y si el arte del futuro no fuera espectacular, sino íntimo? ¿Y si el cine de autor encontrara su próxima edad de oro en manos de una casa de moda? ¿Y si escuchar en blanco y negro fuera la forma más moderna de entender el mundo?
Yo ya hice mi elección. Me quedo en esta penumbra sofisticada, donde cada gesto parece eterno y cada silencio dice más que mil palabras.
Porque a veces, el futuro entra en puntillas, vestido de negro, y susurra en tu oído: “mira bien, que esto no se repite”.
El mundo de la moda es un espacio vibrante y en constante transformación. Cada temporada trae consigo nuevas tendencias, colores y estilos que las invitan a expresarse a través de su vestimenta. Desde las pasarelas hasta las calles, la ropa se ha vuelto más accesible, y las dedicadas a ellas desempeñan un papel crucial en esta dinámica. Estos espacios no solo ofrecen prendas, sino que se han convertido en puntos de encuentro donde pueden explorar su estilo personal y descubrir las últimas novedades.
Las tiendas de moda de mujer en Barcelona son un claro reflejo de esta evolución. La ciudad, conocida por su rica cultura y creatividad, alberga una amplia variedad de boutiques y comercios que destacan por su originalidad. Cada una tiene su propio encanto, desde las que ofrecen marcas de lujo hasta aquellas que se especializan en prendas asequibles. Este espectro de opciones permite a las clientas encontrar piezas únicas que se adapten a su estilo y presupuesto. Además, muchas suelen estar atentas a las variables internacionales, lo que asegura que sus colecciones estén siempre a la vanguardia.
La paleta de colores es uno de los aspectos más emocionantes de cada nueva temporada. No solo se trata de las prendas en sí, sino también de cómo los colores pueden transformar un look. Este año, tonos como el verde esmeralda, el azul celeste y los pasteles han dominado las colecciones..
Los accesorios también juegan un papel fundamental. Desde bolsos y zapatos hasta joyería y bufandas, estos elementos pueden elevar cualquier outfit. Los comercios han comenzado a incluir secciones dedicadas exclusivamente a accesorios, entendiendo que estos son clave para completar un look..
Las ofertas y promociones son otro aspecto que atrae a las compradoras. Muchas implementan descuentos especiales durante ciertas temporadas, lo que permite a las clientas renovar su guardarropa sin romper su presupuesto. “Las ventas de fin de temporada son especialmente populares, ya que ofrecen la oportunidad de adquirir prendas de calidad a precios reducidos”, comentan en Zona 8.
Sin embargo, el panorama no está exento de desafíos. La sostenibilidad se ha convertido en un tema crucial en la industria, y muchas están tomando medidas para reducir su impacto ambiental..
El papel de las redes sociales no puede ser pasado por alto en este contexto. Plataformas como Instagram y TikTok han transformado la manera en que ellas descubren y compran. Algunas utilizan estas plataformas para mostrar sus productos, conectar con su audiencia y compartir contenido inspirador.
En el sector de la moda, cada atuendo y accesorio refleja una identidad. Los negocios no solo comercializan ropa, sino que ofrecen la posibilidad de descubrir nuevas opciones, probar estilos y sentirse cómodo con la propia imagen. Cada visita a una tienda especializada permite acceder a diferentes posibilidades y resaltar la individualidad. Elegir una prenda es una forma de expresar la personalidad y mostrar cómo queremos presentarnos, lo que hace que la moda tenga un significado especial.
¿GXVE está cambiando las reglas del juego en la belleza? La estrategia secreta detrás del éxito de GXVE
Cuando una marca de belleza deja de vender en su propia página web, algo está pasando. Y no, no siempre es una mala señal. GXVE Beauty, la firma de maquillaje fundada por Gwen Stefani, ha estado haciendo movimientos estratégicos que han desconcertado a algunos y emocionado a otros. ¿Está abandonando el modelo tradicional para apostar por algo más arriesgado y moderno? Todo apunta a que sí.
La belleza siempre ha sido un campo de batalla. No basta con lanzar buenos productos; hay que saber venderlos. Y GXVE parece haber entendido que el mundo ya no funciona con los mismos esquemas de antes. La marca ha pasado de depender de grandes minoristas a una estrategia de venta social y embajadores de marca, lo que significa que ahora los propios clientes pueden convertirse en vendedores y ganar comisiones por cada producto que promocionen.
Pero aquí viene lo interesante: no necesitas ser influencer para participar. No importa si tienes miles de seguidores o solo un par de amigos apasionados por el maquillaje; lo único que busca GXVE es autenticidad. Y esto, en un mundo saturado de publicidad artificial, puede ser una jugada maestra.
La comunidad GXVE: más que maquillaje, un movimiento
En septiembre de 2022, GXVE lanzó ‘Gxve Community’, una plataforma de venta social que permite a los usuarios vender productos de la marca mientras ganan un 30% de comisión. No es el típico programa de afiliados; aquí los llamados «Gxvers» no necesitan grandes audiencias ni una estrategia de redes perfecta. Lo que importa es la pasión.
Este modelo recuerda a las icónicas marcas de venta directa como Avon o Mary Kay, pero con un giro moderno y digital. En lugar de reuniones en casa o catálogos impresos, GXVE apuesta por el boca a boca en redes sociales, dándole el poder de la venta a los propios consumidores.
¿Adiós a las tiendas? El misterio de las ventas online
Si buscas comprar directamente en la página de GXVE, te llevarás una sorpresa: ya no venden sus productos ahí. ¿Por qué una marca dejaría de vender en su propia web en plena era digital? Hay dos posibilidades.
Primero, podría ser parte de una estrategia para centrar sus esfuerzos en la venta social, empoderando a los embajadores y evitando competir con ellos. Si los Gxvers venden, GXVE gana.
Segundo, es posible que estén reorganizando su e-commerce para relanzarlo con un modelo más agresivo, centrado en experiencias exclusivas o membresías. Varias marcas han experimentado con esto, ofreciendo acceso anticipado a nuevos productos o descuentos especiales solo para suscriptores.
Mientras tanto, los productos de GXVE aún están disponibles en minoristas como Sephora, lo que indica que no han abandonado por completo la distribución tradicional.
GXVE en tiendas de descuento: ¿estrategia o problema?
Aquí es donde las cosas se ponen aún más interesantes. Recientemente, productos de GXVE han aparecido en Marshall’s y TJ Maxx, tiendas conocidas por vender excedentes de stock de marcas de lujo a precios reducidos. Para algunos, esto es una señal de alerta. ¿Está GXVE en problemas?
No necesariamente. Grandes marcas como Fenty Beauty y Anastasia Beverly Hills también han terminado en tiendas de descuento sin que esto signifique su desaparición. A veces, se trata simplemente de liberar espacio para nuevos productos o ajustar la estrategia de inventario.
Sin embargo, este movimiento puede interpretarse de dos maneras. Por un lado, podría ser una forma de deshacerse de productos que no han funcionado como se esperaba. Por otro, puede ser un experimento para medir cómo responde un público más amplio a la marca. ¿Y si GXVE está probando nuevas vías de distribución?
El futuro de GXVE: una apuesta arriesgada pero brillante
GXVE ha demostrado que no tiene miedo de romper las reglas. Al apostar por un modelo de venta social, eliminar su tienda online y aparecer en minoristas inesperados, la marca está jugando una partida diferente al resto.
Si este experimento funciona, podríamos ver más marcas siguiendo el mismo camino. Las redes sociales ya no son solo una herramienta de marketing, sino un canal de ventas en sí mismo. Y si GXVE logra consolidar su comunidad de embajadores, podría convertirse en un referente del futuro del comercio en la belleza.
Pero el riesgo sigue ahí. Si los clientes no adoptan el modelo de venta social o si la presencia en tiendas de descuento daña la percepción de la marca, GXVE podría verse en problemas.
La pregunta es: ¿será esta estrategia un golpe maestro o una apuesta demasiado arriesgada? El tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: GXVE ha demostrado que no está aquí para seguir las reglas, sino para reescribirlas.
Nike Adapt Sense Air la chaqueta que desafía la moda urbana ¿Estamos listos para vestirnos como en una película de ciencia ficción?
La Nike Adapt Sense Air no es solo una chaqueta, es una declaración de intenciones. Un híbrido entre moda futurista, equipamiento técnico y un guiño a esas armaduras de combate que alguna vez solo existieron en el cine. Y sí, también es hinchable. Imagínalo: una prenda que se ajusta a tu temperatura corporal con solo apretar una válvula, que se adapta a ti como una segunda piel sin necesidad de capas adicionales. Nike ha vuelto a jugar con el futuro, y esta vez lo ha inflado.
Origen de las fotos: Nike ha lanzado una chaqueta hinchable que parece una armadura de combate futurista
La tecnología inflable que llegó para quedarse
Los tejidos han evolucionado, y lo que antes era rígido, hoy es moldeable. Nike no es la primera en experimentar con tecnología inflable, pero sí ha sabido integrarla en un diseño que no parece un disfraz espacial. La clave está en las cámaras de aire internas, una serie de compartimentos estratégicamente distribuidos que se expanden o contraen según la necesidad térmica del usuario.
¿Hace frío? Hincha las cámaras y crea una barrera de aire aislante. ¿Empieza a sobrarte la chaqueta? Desinfla y libérate. Todo sin capas adicionales, sin necesidad de cargar con peso extra. Es como llevar un saco de dormir de alto rendimiento, pero con el diseño de una prenda urbana que podrías usar en cualquier metrópolis del futuro.
Pero hay algo más interesante aquí. Nike no ha creado solo una prenda funcional, sino un símbolo de autonomía térmica, un experimento textil que sugiere que la moda puede ser adaptativa y no solo estética. Lo que llevas puesto ya no es un simple abrigo, sino una herramienta que se ajusta a ti, a tu entorno y a tus necesidades.
El gorpcore ha conquistado la ciudad
Hace algunos años, la ropa de montaña era solo para excursionistas, escaladores y quienes necesitaban sobrevivir a temperaturas extremas. Pero entonces llegó el gorpcore y lo cambió todo. De repente, lo técnico se convirtió en lo estético, y la ropa diseñada para soportar tormentas en los Alpes empezó a verse en cafeterías hipster y oficinas de startups tecnológicas.
La Nike Adapt Sense Air es una consecuencia natural de esta tendencia. Mezcla el diseño técnico con la comodidad urbana y suma un extra de ciencia ficción. No es solo una chaqueta, es un manifiesto: una prueba de que la ropa funcional no tiene que verse aburrida, que podemos vestirnos para el futuro sin parecer astronautas.
“La moda no solo cubre el cuerpo, también proyecta el futuro.”
Los colores también son un guiño a esta tendencia. Tonos oscuros, detalles naranjas, cortes inspirados en los uniformes tácticos. No es difícil imaginar a esta chaqueta en una película distópica, o mejor aún, en las calles de cualquier capital del mundo.
Un abrigo que también es una mochila
La funcionalidad no se detiene en la tecnología inflable. Otro detalle que vuelve única a esta chaqueta es su capacidad de plegado y conversión en bolsa de transporte. Es decir, cuando no la necesitas, no tienes que cargarla en el brazo como un abrigo cualquiera: la doblas, la cierras y voilà, tienes una mochila compacta que puedes llevar colgada al hombro.
¿Es esto el futuro de la moda? Puede que sí. En un mundo donde cada vez buscamos más prendas versátiles, capaces de ajustarse a nuestras rutinas cambiantes, la Nike Adapt Sense Air representa un experimento acertado. Viajar ligero ya no significa renunciar al estilo o la funcionalidad.
La inspiración en la armadura de combate
Hay algo en esta chaqueta que recuerda a la estética de los guerreros modernos. No es solo el corte estructurado o los hombros elevados, sino la forma en que envuelve el cuerpo, casi como si estuvieras vistiendo un exoesqueleto.
Las referencias visuales a armaduras de combate futuristas son innegables. Desde el cine hasta los videojuegos, este tipo de diseño siempre ha estado asociado a la idea de protección, fuerza y tecnología avanzada. No es casualidad que Nike haya jugado con esta estética: en un mundo cada vez más incierto, vestirse con una prenda que transmite poder y control sobre el entorno tiene un atractivo innegable.
“Vestir el futuro ya no es una opción, es una realidad.”
El futuro de la ropa técnica ya está aquí
El lanzamiento de la Nike Adapt Sense Air es solo la punta del iceberg. Otras marcas ya están explorando tecnologías similares: desde tejidos que generan calor hasta prendas con conectividad inteligente. En los próximos años, la moda dejará de ser solo una cuestión de estilo y se convertirá en una extensión de nuestro propio cuerpo.
¿Nos estamos acercando al punto en que la ropa será tan inteligente como nuestros dispositivos? Puede que sí. Y cuando ese día llegue, la Nike Adapt Sense Air quedará como una de las pioneras. Una prenda que no solo vistió el presente, sino que anticipó el mañana.
¿Estamos listos para dejar atrás la moda estática y adoptar prendas que se adapten a nosotros? La respuesta está en el aire. Literalmente.
Guía completa sobre el uso de piercings
El uso de los piercings ha crecido en popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una forma de expresión personal para muchas personas. A medida que más gente decide adornar su cuerpo con perforaciones, la importancia de acudir a un estudio profesional se vuelve fundamental.
En este contexto, un estudio de piercing en Granollers se destaca por su compromiso con la seguridad y la calidad, ofreciendo un servicio que combina experiencia y atención al cliente.
Este trabajo no es simplemente un acto estético; implica un procedimiento cuidadoso que debe llevarse a cabo bajo condiciones específicas. Primero, el profesional debe tener formación adecuada y experiencia en la técnica de perforación. Esto asegura que el proceso sea seguro y que el cliente reciba el mejor cuidado posible. Antes de llevar a cabo el procedimiento, se realiza una consulta donde se evalúan las preferencias del cliente y se le informa sobre el proceso y el cuidado posterior.
El entorno en el que se realiza es crucial. Un estudio debe cumplir con estrictas condiciones de higiene para prevenir infecciones y complicaciones. Esto incluye el uso de equipos esterilizados, guantes desechables y superficies limpias. Las herramientas utilizadas, como agujas y joyería, deben ser de alta calidad y preferiblemente de materiales como acero inoxidable, titanio o niquelado, que son hipoalergénicos y minimizan el riesgo de reacciones adversas.
La salud es una prioridad en el proceso de perforación. Antes de realizar la perforación, el profesional debe verificar que el cliente no tenga condiciones médicas que puedan complicar el procedimiento, como trastornos de la coagulación o alergias a ciertos materiales..
Los beneficios de hacerse un piercing van más allá de la estética. Muchas personas sienten que perforarse una parte de su piel puede ser una forma de empoderamiento personal, una manera de expresar su identidad o incluso una forma de superar miedos..
En cuanto a los costos, hacerse uno en un estudio profesional puede variar dependiendo del tipo de perforación y de la joyería elegida. Generalmente, los precios oscilan entre 30 y 100 euros, aunque algunos más complejos pueden costar más. La elección del estudio adecuado es fundamental. Existen diferentes opciones que ofrecen una variedad de estilos y técnicas. Lo recomendable es investigar un poco, leer opiniones y visitar el lugar antes de tomar una decisión.
La atención al cliente es esencial en este tipo de establecimientos. Un profesional calificado no solo se preocupa por llevar a cabo la perforación de manera correcta, sino que también debe estar disponible para resolver cualquier duda o inquietud del cliente. En este sentido en Hache Tattoo, señalan: “Esta comunicación abierta contribuye a una experiencia más satisfactoria y a que el cliente se sienta valorado. Se escuchan las ideas, se orienta sobre el diseño y la ubicación del piercing, y se asegura de que la experiencia sea positiva de principio a fin”.
Al final del día, hacerse un piercing puede ser parte de un autodescubrimiento y expresión personal. Cada perforación, realizada en un entorno seguro y profesional, representa una forma de arte que perdura en el tiempo. Con cada nuevo que se realiza, las personas no solo embellecen su cuerpo, sino que también celebran su individualidad y su historia personal.
El mundo de la estética y el cuidado personal ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, impulsada por la creciente demanda de servicios especializados tanto para hombres como para mujeres. Las barberías y peluquerías mixtas han evolucionado para convertirse en espacios donde el estilo y la técnica se combinan para ofrecer una experiencia completa a los clientes. Este auge responde no solo a la importancia de la imagen en la sociedad actual, sino también al deseo de recibir un servicio personalizado que se adapte a las necesidades y preferencias individuales.
En ciudades cosmopolitas, este tipo de establecimientos ha ganado gran popularidad, especialmente entre quienes buscan calidad y exclusividad en el cuidado del cabello y la barba. Un ejemplo de ello es la barbería colombiana en Madrid, que fusiona técnicas tradicionales con tendencias modernas para ofrecer cortes precisos, tratamientos capilares y arreglos de barba con un enfoque meticuloso en los detalles. Este tipo de negocios no solo se han convertido en puntos de referencia para quienes buscan un look sofisticado, sino que también han logrado posicionarse como centros de asesoría en imagen, donde expertos en estilo guían a cada cliente en la elección de un corte o tratamiento acorde a su rostro y personalidad.
Las barberías han pasado de ser simples espacios donde los hombres se cortaban el cabello a convertirse en verdaderos templos del estilo masculino. La atención al detalle, el uso de productos premium y la implementación de técnicas avanzadas han elevado el nivel de estos servicios. Además, muchos de estos negocios han incorporado un ambiente que combina comodidad y exclusividad, con música, bebidas y una decoración cuidada que hace que la experiencia sea mucho más que un simple corte de pelo. Esta transformación ha contribuido a que más hombres valoren y disfruten de la imagen personal, derribando estereotipos y fomentando el autocuidado como parte esencial del bienestar.
Por otro lado, la peluquería mixta ha sabido adaptarse a un mercado en constante evolución, donde cada vez más personas buscan versatilidad y profesionalismo en un solo lugar. La posibilidad de ofrecer servicios tanto para hombres como para mujeres ha permitido que estos espacios amplíen su cartera de clientes y diversifiquen su oferta, desde cortes de última tendencia hasta tratamientos capilares específicos. En este sentido, en Cenith Terán, comentan: “Muchas cuentan con especialistas en colorimetría, estilismo y técnicas innovadoras, lo que las convierte en centros de referencia para quienes buscan una transformación completa de su imagen”.
El auge de estos establecimientos también está estrechamente ligado a la presencia digital y la comunicación con el público. Muchos de ellos han sabido aprovechar el impacto de las redes sociales y las plataformas digitales para mostrar su trabajo, compartir tendencias y captar la atención de nuevos clientes. Publicaciones con imágenes del antes y después de un corte, videos de transformación y reseñas de clientes satisfechos han sido clave para fortalecer su reputación y diferenciarse de la competencia. Además, la posibilidad de agendar citas en línea y recibir recomendaciones personalizadas a través de redes sociales ha facilitado el acceso a estos servicios y ha mejorado la experiencia del cliente.
El crecimiento de este sector refleja una evolución en la manera en que las personas perciben su imagen. Más allá de una cuestión estética, estos negocios han logrado posicionarse como espacios donde el estilo se convierte en una herramienta de expresión y confianza. Apostar por un servicio especializado y de calidad es una inversión en bienestar y autoestima, lo que explica por qué cada vez más personas acuden a estos lugares en busca de una experiencia completa y personalizada.
VALENTINO y el futuro ¿moda o provocación?
¿Hasta dónde llegará la visión de Alessandro Michele?
VALENTINO ha vuelto a desafiar la lógica del lujo. No es la primera vez, pero esta vez lo ha hecho desde un lugar inesperado: un baño público. Sí, has leído bien. Un desfile de alta costura en un espacio donde, en teoría, la privacidad es la norma. Pero aquí no había nada oculto. Modelos emergiendo de cubículos, luces rojas creando una atmósfera teatral y una audiencia atónita ante la reinvención de la pasarela. Bienvenidos al nuevo Valentino, donde la intimidad se exhibe y el futuro se construye con ecos del pasado.
Origen de la foto: Roan, Leto watch Valentino fashion show, in re-creation of public conveniences
Alessandro Michele y su misión de sacudir los cimientos
Hace tiempo, cuando Alessandro Michele tomó las riendas de Gucci, convirtió la casa italiana en un fenómeno cultural. Sus colecciones eran pura teatralidad, una explosión de referencias barrocas y excentricidad intelectual. Ahora, en Valentino, su desafío es otro: fusionar lo retro con lo futurista sin perder la esencia de la maison. Su primer desfile ha dejado claro que su visión va más allá de la ropa; es una experiencia, un juego de significados donde cada prenda cuenta una historia.
Pero también es una declaración de principios. Michele no diseña para agradar. Su moda incomoda, cuestiona, juega con los códigos establecidos. ¿Un vestido de encaje con apariencia de ropa interior? ¿Maxigafas que ocultan el rostro? ¿Pasamontañas en una pasarela de alta costura? Todo está ahí para desafiar las expectativas.
«La moda no solo viste, también habla», parece decirnos Michele con cada costura. Y lo cierto es que, aunque algunos lo tilden de excesivo, su capacidad para generar conversación es innegable.
La ambientación retro y el futurismo de lo cotidiano
Lo más intrigante de este desfile no fue solo la ropa, sino el espacio en sí mismo. Desde que Karl Lagerfeld convirtió un supermercado en una pasarela o hizo despegar un cohete en pleno show de Chanel, la moda ha entendido que la escenografía importa tanto como el diseño.
Michele lo ha llevado un paso más allá: un baño público, ese lugar de tránsito donde lo personal y lo colectivo se cruzan. Es un guiño a la modernidad líquida de la que hablaba Bauman, donde la identidad se construye en espacios inesperados.
El color rojo intenso que dominaba la escena recordaba los neones de las películas de ciencia ficción ochenteras, pero también el erotismo de Almodóvar. Era un ambiente retro y futurista a la vez, un cruce de épocas donde la nostalgia se encuentra con lo desconocido.
¿Moda vanguardista o puro espectáculo?
La gran pregunta que surge tras este desfile es: ¿estamos ante una nueva era en Valentino o simplemente ante un show diseñado para captar titulares?
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Si miramos la colección, vemos una mezcla de influencias que van desde el glam rock hasta la sastrería clásica reinterpretada. Prendas que parecen sacadas de un club underground de los años 80, pero con una ejecución de alta costura impecable. Michele sabe jugar con los contrastes: ropa interior convertida en atuendo de gala, vestidos que parecen descuidados pero esconden un trabajo artesanal exquisito.
Lo que no se puede negar es que Valentino ha entrado en una nueva dimensión. Un espacio donde la moda no solo se observa, sino que se experimenta.
Celebridades y la pasarela como performance
Jared Leto, Parker Posey, Chappell Roan. No solo estaban ahí para mirar, sino para formar parte de la narrativa. La cantante, con un vestido de encaje y un lazo voluminoso, encajaba a la perfección con la estética teatral de Michele. Y esto nos lleva a otro punto clave: las celebridades ya no solo visten la moda, la interpretan.
En el mundo de la alta costura, la presencia de estrellas no es casualidad, es estrategia. ¿Cuántas veces una tendencia ha despegado gracias a un solo look en la alfombra roja? Zendaya lo hizo con el traje robótico de Thierry Mugler, Taylor Swift con su estética «teniscore», y ahora Valentino parece apostar por el mismo fenómeno.
Las redes sociales amplifican cada elección estilística y las convierten en temas de conversación global. Michele lo sabe, y por eso sus desfiles son tan cinematográficos como conceptuales. No basta con diseñar ropa, hay que contar una historia que pueda viralizarse.
Entre lo retro y lo futurista: el ADN del nuevo Valentino
Lo que Alessandro Michele está construyendo en Valentino no es solo una colección, es una identidad. Una marca que mira al pasado, pero sin nostalgia, y al futuro, pero sin ingenuidad. Es la combinación de lo conocido y lo desconocido, del clasicismo italiano con la excentricidad contemporánea.
En una época donde la moda parece dividirse entre lo minimalista y lo maximalista, Valentino ha tomado una ruta distinta: la teatralidad con propósito. Y aunque su debut ha generado opiniones encontradas, una cosa es segura: nadie ha podido ignorarlo.
¿Hacia dónde va Valentino?
La pregunta final es inevitable: ¿seguirá Michele desafiando las normas o encontrará un punto de equilibrio entre la provocación y la elegancia?
Lo que ha hecho hasta ahora es marcar un antes y un después en la firma. Su Valentino no es el de la sobriedad absoluta, ni el de la belleza convencional. Es un Valentino de contrastes, de metáforas visuales, de un lujo que no se define por su discreción sino por su audacia.
Quizás su mayor acierto haya sido recordar algo que a veces olvidamos: la moda no solo se trata de ropa, sino de emociones, provocaciones y relatos. Y si hay algo que Alessandro Michele sabe hacer, es contar historias con tela, luces y escenarios que desafían la imaginación.
Ahora queda por ver si el público se atreverá a vestirlas.
El sector del turismo de alta gama ha evolucionado significativamente, priorizando no solo la excelencia en el servicio, sino también en los productos que se ofrecen a los huéspedes. Las soluciones personalizadas de lujo para el cuidado personal, como geles de baño, champús y lociones corporales, han adquirido un papel fundamental en la experiencia de quienes buscan exclusividad y bienestar. Los hoteles de cinco estrellas y los yates privados han incorporado productos de alta calidad para satisfacer las expectativas de sus clientes más exigentes.
Dentro de este segmento, Molton Brown en España se ha posicionado como una de las marcas más prestigiosas, ofreciendo productos que combinan elegancia y eficacia. Sus formulaciones, elaboradas con ingredientes de primera calidad, no solo cuidan la piel y el cabello, sino que también proporcionan una experiencia sensorial única a través de aromas sofisticados y texturas exquisitas. La posibilidad de personalizar estos productos según la identidad de cada establecimiento añade un valor distintivo que refuerza la imagen de exclusividad.
El uso de artículos de higiene premium en hostelería no sólo responde a una tendencia estética, sino también a una necesidad de bienestar. Los huéspedes buscan experiencias que les permitan desconectarse del estrés cotidiano y sumergirse en un ambiente de confort absoluto. Por ello, contar con líneas de baño y cuidado personal de alta gama se convierte en un factor diferenciador que eleva la reputación del establecimiento.
Además del factor sensorial, la sostenibilidad juega un papel clave en la elección de estos productos. Marcas de renombre han adoptado prácticas responsables en la producción de sus cosméticos, utilizando envases reciclables y fórmulas libres de ingredientes nocivos para el medio ambiente. Esta combinación de distinción y compromiso ecológico no solo atrae a clientes exigentes, sino que también refuerza la imagen de las empresas que apuestan por un enfoque más consciente.
En este sentido, en Interior Touch, Yacht Detailing, comentan: “Cada producto es una combinación perfecta de aromas distintivos, ideal para crear una atmósfera de lujo y comodidad. Ya sea para el baño, la habitación o áreas comunes, ofreciendo una experiencia sensorial incomparable, asegurando que cada huésped se sienta especial”.
El mercado de productos de cuidado personal personalizados sigue expandiéndose, impulsado por la demanda de experiencias premium. Apostar por soluciones de alta gama no solo garantiza la satisfacción de los huéspedes, sino que también consolida el prestigio de los establecimientos que los incorporan. Cada detalle cuenta en la construcción de una experiencia inolvidable, y la selección de productos de lujo es una pieza clave en este proceso.
¿Es el futuro de la moda un espejo del pasado?
La PARIS FASHION WEEK nunca decepciona, pero hubo una edición en particular que me dejó sin palabras. No fue solo por la majestuosidad de los diseños o la lista de invitados, sino por un momento inesperado que parecía sacado de una película de ciencia ficción retro: una motocicleta irrumpiendo en la pasarela, uniendo el pasado con el futuro en un solo golpe de efecto. Aquello no era un simple desfile, sino un choque de mundos, un recordatorio de que la moda, al igual que el tiempo, es un ciclo sin fin.
Pero lo que más me atrapó no fue la estética vintage-futurista, sino la creciente presencia de tecnología en la moda, y más concretamente, de la robótica en las pasarelas. Los maniquíes de carne y hueso compartieron protagonismo con androides de movimientos casi humanos, prendas que cambiaban de color según la temperatura corporal y materiales que parecían desafiar la lógica textil. La moda futurista había llegado… pero con un guiño nostálgico a lo retro.
Origen: Natty Motorcycle Entrance: ‘KISS OF LIFE’ An Incredible Updates From Paris Fashion Week
Cuando la pasarela se llena de robots (y no solo en el backstage)
Hubo un tiempo en que la tecnología en la moda se limitaba a efectos visuales y tejidos innovadores, pero ahora el cambio es estructural. En la última PARIS FASHION WEEK, la robótica dejó de ser un simple espectáculo y se convirtió en parte del proceso creativo. ¿Maniquíes con emociones? ¿Prendas con inteligencia artificial? Sí, todo eso y más.
Uno de los momentos más impactantes fue la aparición de modelos-robot con un nivel de detalle espeluznante. No eran las típicas figuras mecánicas con movimientos torpes, sino auténticas «entidades de pasarela» que desfilaban con elegancia, llevando vestidos que parecían sacados de una pintura del siglo XIX pero confeccionados con nanotecnología y fibras inteligentes. «El lujo del futuro no es solo visual, sino también funcional», comentó un diseñador que ha estado experimentando con textiles que responden a estímulos del entorno.
Las grandes casas de moda también han adoptado producción automatizada sin perder la exclusividad. La alta costura, tradicionalmente asociada con la artesanía manual, ha encontrado en la robótica un aliado para crear patrones y cortes imposibles de lograr con las manos humanas. Pero también ha abierto una pregunta inquietante: ¿puede una máquina reemplazar el genio de un diseñador?
El renacer de lo vintage en la era digital
Curiosamente, mientras la moda mira hacia el futuro con materiales inteligentes e inteligencia artificial, los diseñadores no pueden evitar volver la vista atrás. La tendencia retro no es solo una moda pasajera, sino un reflejo de nuestra fascinación por épocas donde el vestir era una declaración de identidad más que de funcionalidad.
Las siluetas de los años 50 han regresado con telas de última generación, las influencias del art déco han sido reinterpretadas con impresión 3D, y hasta los clásicos trench coats han sido transformados con tejidos autorregenerativos que reparan pequeños daños por sí mismos. Es como si la PARIS FASHION WEEK estuviera jugando con el tiempo: fusionando lo antiguo con lo nuevo, lo analógico con lo digital.
«La nostalgia vende, pero la innovación deslumbra», dijo un diseñador emergente cuyo desfile se inspiró en los vestidos de los años 20, pero confeccionados con polímeros ultraligeros que pueden cambiar de textura con una señal de smartphone.
El lujo de hoy: entre la tecnología y la artesanía
En un mundo donde los avances tecnológicos han democratizado la moda (cualquiera puede diseñar digitalmente su propia colección y venderla en el metaverso), el verdadero lujo ha evolucionado. Ya no se trata solo de exclusividad, sino de personalización extrema y materiales inteligentes.
Firmas como Gucci, Balenciaga y Stella McCartney han llevado la experimentación a otro nivel. Gucci ha introducido colecciones digitales, Balenciaga ha explorado la moda en realidad virtual y Stella McCartney ha desarrollado prendas biodegradables hechas con micelio, un material derivado de los hongos.
Pero lo más impactante es cómo la inteligencia artificial está transformando el concepto de lujo. Marcas como Louis Vuitton han empezado a usar IA para diseñar prendas personalizadas, analizando los gustos y preferencias del cliente en tiempo real. En lugar de simplemente comprar una prenda cara, el consumidor de lujo ahora espera una pieza única, adaptada a su biotipo y estilo.
La gran incógnita: ¿seguiremos vistiendo igual en 50 años?
Si la PARIS FASHION WEEK nos ha enseñado algo, es que la moda es un reflejo de nuestras aspiraciones y miedos. Por un lado, queremos seguir explorando nuevas tecnologías y expandir los límites de la creatividad. Por otro, nos resistimos a abandonar la calidez de lo retro, lo clásico, lo que nos conecta con el pasado.
Así que la gran pregunta es: ¿cómo vestiremos dentro de 50 años?
Tal vez con prendas que cambian de color según nuestro estado de ánimo. Quizás con telas que se ajustan automáticamente a la temperatura. O, quién sabe, puede que terminemos volviendo a la sastrería tradicional, cansados de tanta automatización.
Pero si algo es seguro, es que la PARIS FASHION WEEK seguirá marcando la pauta. Y mientras haya diseñadores con imaginación, siempre habrá algo nuevo (y a la vez antiguo) que nos sorprenderá.
OFF-WHITE OTOÑO/INVIERNO 2025/26 sorprende con su visión futurista
Cuando Off-White sube el telón de su colección Otoño/Invierno 2025/26, la moda no es solo moda: es una declaración de intenciones, una colisión de tiempos que convierte el pasado en vanguardia y el futuro en nostalgia. No es solo ropa, es un lenguaje cifrado donde el estilo vintage coquetea con lo futurista, los tejidos parecen salidos de un laboratorio y la estética cyber se filtra en cada detalle. ¡Y qué desfile! En la Semana de la Moda de París, Ib Kamara volvió a desafiar los límites con su particular alquimia estilística.
Una pasarela donde lo retro se viste de futuro
Desde los primeros minutos del desfile, estaba claro que Off-White no venía a jugar con lo convencional. Prendas con estructuras inspiradas en la robótica, hombros marcadamente angulosos, tejidos que parecían mutar con el movimiento… todo en una paleta que oscilaba entre lo neutro y lo vibrante, como si el minimalismo de los 90 y la estética sci-fi de los 2000 hubieran encontrado su punto de fusión. ¿Cyberpunk o vintage? Ambas.
“El pasado es solo un boceto del futuro.” – Ib Kamara
Los accesorios no se quedaron atrás: zapatos con plataformas geométricas, bolsos con detalles tecnológicos y el famoso Sand Bag, que parecía más un experimento artístico que un simple complemento. Y ahí está la clave: Off-White juega con la idea de que la moda es más que indumentaria, es un concepto, un código visual que conecta con los tiempos que vivimos.
La revolución silenciosa de los textiles inteligentes
Pero la estética no fue lo único que dejó boquiabiertos a los asistentes. La colección introdujo nuevas tecnologías textiles, fusionando innovación con funcionalidad. Materiales que cambian de textura según la temperatura, telas con memoria de forma que se adaptan al cuerpo y tejidos biodegradables, en un guiño sutil a una producción más consciente sin perder el factor de asombro.
“La moda no es solo lo que ves, sino cómo te responde.”
Algunos insiders aseguran que Off-White ha estado colaborando con empresas punteras en moda y laboratorios de tecnología textil para desarrollar prendas que interactúan con el entorno. Desde piezas que reaccionan a la luz hasta accesorios con chips NFC para experiencias digitales, la marca sigue perfilando un concepto donde la ropa es algo más que un mero atuendo.
Cyber fashion: cuando la moda coquetea con la tecnología
Off-White se ha convertido en un referente del cyber fashion, esa corriente que transforma las pasarelas en laboratorios de experimentación digital. No es casualidad que el concepto de prendas interactivas y ropa pensada para el metaverso aparezca cada vez más en sus colecciones. Con la incursión de la digitalización en la moda, el concepto de vestirse ya no se limita a lo físico.
“La moda del futuro no solo se lleva, también se experimenta.”
Algunos looks parecían sacados de un videojuego distópico, con prendas que brillaban como si tuvieran vida propia y tejidos que reflejaban la luz de manera impredecible. ¿Es esta la nueva era de la moda? Quizás sí, y Off-White está marcando el camino.
El equilibrio entre la nostalgia y la innovación
El gran logro de esta colección no fue solo la incorporación de nuevas tecnologías textiles, sino la forma en que se integraron sin perder la esencia retro y el sello vintage característico de la marca. A pesar de toda la experimentación visual y técnica, había algo familiar en las siluetas: cortes que recordaban a los años 80, referencias a la cultura streetwear de los 90 y un aire nostálgico envuelto en un futurismo elegante.
“El futuro no borra el pasado, lo reinventa.”
Este equilibrio entre lo antiguo y lo vanguardista es lo que mantiene a Off-White en la vanguardia de la moda. En una industria que cambia a la velocidad de la luz, la marca ha encontrado la fórmula perfecta para seguir innovando sin perder su identidad.
Más allá de la pasarela: ¿hacia dónde va Off-White?
Tras este desfile, queda claro que Off-White no es solo una marca, es un concepto en constante evolución. Mientras otras firmas se debaten entre el pasado y el futuro, Ib Kamara parece haber entendido que la clave está en fusionarlos.
Con su incursión en la robótica en la moda, la exploración de textiles inteligentes y su afinidad con el cyber fashion, Off-White sigue consolidándose como una de las empresas punteras en moda. Pero la verdadera pregunta es: ¿qué será lo próximo? ¿Ropa con inteligencia artificial? ¿Prendas que cambian de forma según el estado de ánimo?
Una cosa es segura: Off-White no deja de sorprender. Y mientras lo siga haciendo, la moda seguirá teniendo un pie en el presente y otro en el futuro.
La bisutería ha recorrido un largo camino hasta convertirse en una atracción clave dentro del mundo de la moda. Lo que antes se consideraba una alternativa económica a la joyería tradicional, hoy es sinónimo de estilo, personalidad y exclusividad. Diseñadores fusionan técnicas antiguas con tendencias contemporáneas para dar vida a accesorios que no solo embellecen, sino que también cuentan historias. La demanda de piezas únicas y hechas a mano ha crecido exponencialmente, impulsada por quienes buscan diferenciarse a través de complementos que reflejen su identidad.
Los productos de bisutería artesanal han cobrado un protagonismo indiscutido en los últimos años. Desarrollados con piedras naturales, cristales, perlas cultivadas y metales reciclados conviven con resinas, maderas talladas y textiles tejidos a mano. Cada elemento se selecciona meticulosamente para lograr que no solo sean visualmente atractivas, sino también duraderas y sostenibles. La influencia de la naturaleza se hace evidente en diseños que evocan formas orgánicas, colores terrosos y texturas rústicas, en contraste con propuestas más vanguardistas que incorporan geometría, brillo y acabados metalizados.
Los tonos dorados y cobrizos han sido los protagonistas en las últimas temporadas, mientras que el plateado, aunque clásico, ha quedado algo relegado. En cuanto a piedras y cuentas, los tonos pastel y traslúcidos dominan los catálogos, aportando un aire delicado y fresco. Los collares en capas, los anillos de gran tamaño y los brazaletes minimalistas son algunas de las más codiciadas, al igual que los pendientes asimétricos, que aportan un toque audaz sin perder elegancia.
Pero así como hay elementos en auge, también existen aquellos que han quedado en el pasado. Las piezas de plástico con colores neón, muy populares hace unos años, han sido reemplazadas por materiales más sofisticados. En este sentido, en Kuroneko by Ro, comentan: “Los aretes recargados con exceso de dijes han cedido su lugar a diseños más equilibrados, donde la simplicidad es sinónimo de distinción”.
Muchos artesanos han heredado el oficio de generaciones anteriores, mientras que otros han encontrado en este trabajo una forma de expresión y sustento. La exclusividad es uno de los valores más apreciados por los compradores, quienes buscan diseños que no se repliquen en serie. Esto también impacta en los costos: mientras que hay opciones accesibles, aquellas con materiales de calidad superior y un trabajo detallado pueden alcanzar precios elevados.
La historia es tan rica como sus diseños. Desde las primeras cuentas de concha y hueso usadas en la prehistoria, hasta los elaborados adornos de las civilizaciones antiguas, esta técnica ha evolucionado sin perder su esencia. En la actualidad, el mercado ofrece una variedad inagotable de estilos, desde los más bohemios hasta los de inspiración futurista, adaptándose a todos los gustos y ocasiones.
Cada elemento tiene el poder de transformar un atuendo y aportar un toque especial a quien lo lleva. Más allá de las tendencias, lo importante es encontrar piezas que conecten con la personalidad y resalten la esencia de cada persona. Aquella fabricada manualmente es, al fin y al cabo, una forma de expresión en constante evolución, donde la creatividad no tiene límites y la belleza se encuentra en los detalles.
Si hay un sector que busca optimizar al máximo sus recursos y automatizar gran parte de sus procesos para conseguir ahorrar costes y competir con marcas que tienen la producción lejos de España, ese es el de la moda y el calzado made in Spain.
“Las soluciones en forma de software ERP que esté diseñado específicamente para atender las necesidades de este sector son capaces de proporcionar un control total de producción, stock y gestionar la comuercialización multicanal” explican desde Clavei. “Las empresas del sector necesitan una herramienta flexible y adaptada a sus necesidades para reducir costes, mejorar la toma de decisiones y adaptarse a las nuevas tendencias del comercio digital. Nuestro ERP garantiza una gestión eficiente y ágil de todo el ciclo productivo y comercial” explica José Luis Costa, Consultor especialista de moda y calzado.
Estos software facilitan la transición digital para las empresas del sector, ayudándoles a integrar soluciones de comercio electrónico, gestionar su logística y optimizar la relación con proveedores y clientes.
El ERP para moda y calzado está diseñado para mejorar la rentabilidad y eficiencia operativa de las empresas del sector. Entre sus principales funcionalidades destacan:
- Gestión avanzada de colecciones y temporadas: Organización intuitiva de catálogos por temporadas, tallas, colores y estilos.
- Control de stock en tiempo real: Optimización de inventarios para reducir excedentes y minimizar pérdidas.
- Planificación y control de la producción: Gestión de materias primas, órdenes de fabricación y tiempos de entrega.
- Gestión de ventas multicanal: Integración con tiendas físicas, e-commerce y marketplaces como Amazon o Zalando.
- Gestión de proveedores y compras: Optimización del abastecimiento para evitar desabastecimientos o sobrecostes.
- Trazabilidad completa: Seguimiento de productos desde la fabricación hasta la venta final.
- Análisis de datos y reportes personalizados: Información en tiempo real para una toma de decisiones más estratégica.
Numerosas empresas han mejorado significativamente su gestión de inventario y reducido los errores en pedidos tras implementar el ERP especializado de CLAVEi, logrando una mayor eficiencia y rentabilidad en sus operaciones.
CLAVEi es una empresa que cumple 40 años de experiencia en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la gestión empresarial. Especializada en software ERP, CRM y soluciones en la nube, su objetivo es ayudar a las empresas a mejorar su eficiencia operativa y a impulsar su transformación digital.